La vida consagrada no crece cuando organizamos bellas campañas vocacionales, sino cuando los jóvenes que nos conocen se sienten atraídos por nosotros, cuando nos ven hombres y mujeres felices. Tampoco su eficacia apostólica depende de la eficiencia y el poderío de sus medios. Es vuestra vida la que debe hablar, una vida en la que se trasparenta la alegría y la belleza de vivir el Evangelio y de seguir a Cristo.
Fuente: 2015, Año de la Vida Consagrada:
Carta del Santo Padre Francisco a los consagrados
Fuente: 2015, Año de la Vida Consagrada:
Carta del Santo Padre Francisco a los consagrados
No comments:
Post a Comment