Monday, July 17, 2017

Las cuatro ramas franciscanas piden al Papa una dispensa para que los hermanos no ordenados puedan asumir puestos de autoridad reservados a los sacerdotes

"Le hemos solicitado formalmente una dispensa... (que) permitiría que los hermanos legos (no clérigos) pudiesen ser guardianes de una fraternidad local, provinciales e incluso ministro general. Todos los roles de servicio en la Orden".

Así es como Michael Perry, ministro general de la orden de los Frailes Menores, resumió la petición que hizo al Papa junto con los ministros generales de los Conventuales, los Capuchinos y de la Tercera Orden (marzo 2017).

Perry ha dado más detalles sobre qué ha motivado esta petición de los franciscanos y sobre cuáles serían las implicaciones para el liderazgo, la autoridad y la gobernanza en la Iglesia entera en caso de que la propuesta finalmente recibiera el visto bueno.

En su raíz, explicó el padre Perry, la petición parte de una preocupación por el significado del liderazgo en las comunidades franciscanas. "¿El liderazgo consiste en organizar las cosas de tal forma que uno tiene control absoluto sobre todo?", se preguntó. "¿O acaso se trata de mover a la gente para que haya sinergia, una confluencia de todas las fortalezas que tiene una comunidad?"

Tiene que ser claramente la segunda de estas opciones, matizó, y eso preservando la identidad del ministerio ordenado. La propuesta al Papa, aclaró, "no busca retar a la autoridad espiritual o el papel del pastor. Más bien, busca liberar al pastor para que se pueda fijar en las ovejas y no se tenga que preocupar por las puertas y las vallas".

Se trata de realizar el ideal de liderazgo soñado por el propio Poverello de Asís, quien tampoco fue clérigo sino un humilde laico. La propuesta franciscana, relató Perry, es la de realizar entre todos los hermanos, ordenados o no, el ideal de "menoría": el de no querer "subir", sino "bajar". Modelo que es opuesto diametralmente al clericalismo, según lo retrató Perry.

El clericalismo, dijo el religioso, "es un impulso hacia arriba como si la movilidad ascendiente ofreciera algo: alguna seguridad y garantía de la fidelidad, una manera de controlar a la gente de modo que permanezca fieles a la verdad". En cambio, "los franciscanos no lo concebimos (el liderazgo) de este forma", añadió.

Y es más: según Perry, "el clericalismo es una señal de una falta de fe, una falta de confianza: confianza en Dios, en los demás y, en último término, en uno mismo". Un modelo que no solo "ha pisoteado" la dignidad, dones, habilidades y llamado al servicio de todos los bautizados, sino que, a veces -y lejos de estimular los talentos- "ha premiado la ineptitud".

"San Francisco de Asís llamó a un nuevo modelo", explicó por último el religioso. "Un modelo que no desafiaría los diferentes roles que hay en la Iglesia sino que le recordaría que todos estos están al servicio de algo más alto, algo más grande", sentenció.

La desclericalización al servicio
de la unificación franciscana

Además de servir como modelo para la Iglesia universal, el impulso que la familia franciscana está dando a la desclericalización puede ayudar incluso a unificar a las cuatro ramas que actualmente la compone.

El responsable de la Tercera Orden Regular, Nicholas Edward Polichnowski, declaró que el Papa les dijo a los cuatro ministros generales que "necesitamos un sentido de unificación. En la familia franciscana ahora estamos haciendo sólo un movimiento en esa dirección".

Este paso hacia la unidad solo ha resultado posible en este pontificado, añadió, ya que "antes, los frailes menores, los conventuales, los capuchinos y la Tercera Orden, eran independientes una de la otra". Ahora, precisó, "con el Papa Francisco se vive una visión, se vive una atmósfera de unificación, bajo la acción de la misericordia".

En sus declaraciones el padre Perry especificó en qué han consistido las diversas iniciativas hacia la unificación a los que Francisco ha inspirado las cuatro órdenes franciscans. "En primer lugar, estamos en un proceso de reunificación de la Universidad Franciscana de Roma", recordó el ministro general de los Frailes Menores. "Luego hay otros proyectos para la comunión en la Tierra Santa y otros lugares", y el diálogo que los diferentes responsables mantienen "varias veces al año con el fin de fortalecer y hacer hincapié en la dimensión de comunión entre nosotros".

Tuesday, January 31, 2017

2 de febrero: Jornada Mundial de la Vida Consagrada 2017

Materiales: presentación y testimonios

“Testigos de la esperanza y la alegría” es el lema de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada  que se celebra el 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor en el templo. 

Un día para mirar “a la vida consagrada y a cada uno de sus miembros como un don de Dios a la Iglesia y a la humanidad. Juntos damos gracias a Dios por las Órdenes e Institutos religiosos dedicados a la contemplación o a las obras de apostolado, por las Sociedades de vida apostólica, por los Institutos seculares, por el Orden de las vírgenes, por las Nuevas Formas de vida consagrada y por otros grupos de consagrados, como también por todos aquellos que, en el secreto de su corazón, se entregan a Dios con una especial consagración”.

Mons. Vicente Jiménez Zamora, presidente de la Comisión de Vida Consagrada, Conferencia Episcopal Española.

Monday, January 30, 2017

El papa Francisco analiza qué lleva a tirar la toalla a quienes han entregado su vida a Dios



Francisco ha analizado qué lleva a tirar la toalla a quienes han entregado su vida a Dios Fue durante este encuentro con el departamento del Vaticano encargado de la vida religiosa, que se reunía en Roma para hablar sobre la fidelidad y la perseverancia de las personas consagradas, pero también sobre los abandonos.

El Papa reconoció que le preocupa la perseverancia de quienes entregan su vida a Dios, y afrontó en un importante discurso los factores que ayudan a cultivarla.

"Hay muchos factores que condicionan la fidelidad en este cambio de época, y no sólo época de cambios, en el que resulta difícil asumir compromisos serios y definitivos”.

Francisco mencionó varios factores que hacen difícil ser fieles a quienes deciden entregar la propia vida a Dios.

El primero es el contexto social. En concreto, "la cultura de lo provisional” que lleva a muchos a buscar siempre "puertas laterales” que abren a otras posibilidades en la vida, pero que vacían de contenido la existencia.

Otro problema es cuando la persona juzga todo "en función de una auto-realización que a menudo no tiene nada que ver con los valores del Evangelio”.

El Papa lamentó cómo los deseos generosos de los jóvenes a veces se ahogan por "la búsqueda del éxito a cualquier precio, del dinero fácil y del placer fácil”.

El último desafío son los religiosos "anti-ejemplos” que hacen difícil la fidelidad propia y de los demás dentro de la vida consagrada. El Papa detalló que son quienes se dejan llevar por:

- la rutina
- el cansancio
- el peso de la gestión de las estructuras
- las divisiones internas
- la búsqueda de poder
- la autoridad como autoritarismo
- la autoridad que lo permite todo.

El Papa también ofreció soluciones a quienes atraviesen las naturales crisis. Además de profundizar en el trato personal con Dios, propone cuidar la fraternidad dentro de la Orden. La receta del Papa pasa por:

- Rezar juntos
- Meditar la Biblia
- Participar en la Misa y recibir la Confesión
- Diálogo y comunicación sincera
- Corrección fraterna
- Misericordia con el hermano o la hermana que peca (y)
- Compartir la responsabilidad.

Fuente: Romereports.com