Tuesday, January 14, 2014

"H" de hijos e hijas, por M. Dolors Gaja, MN


Para Manyanet una palabra muy querida es hijo, hija. El religioso y la religiosa  de su Instituto se reconoce, ante todo, hijo de la Sagrada Familia. En el libro de La Escuela de Nazaret, Jesús, María y José llaman a Desideria “hija” como el más bello de los nombres. Y ella se identifica hasta suplicar: Bendecid ahora a vuestra hija y quedará del todo consolada.

Ser hijo/a de la Sagrada Familia nos define. Por cuanto Jesús, a quien nos consagramos y seguimos, es Hijo; por cuanto un hijo debe parecerse a su Padre y “ser santo como Él es santo”. El hijo es fruto del amor.

Manyanet se sabe hijo de un amor de predilección y también son hijos de este amor los dos Institutos. Pero además el hijo vive en la intimidad de la familia…de la familia de Jesús, María y José. Por eso, por ser hijo/a, podemos ser testigos y apóstoles de la Sagrada Familia.

“Este solo calificativo debe llenarnos de esperanza y alegría santa, a la par que recordarnos constantemente que hemos sido llamados a copiar en nosotros con mayor perfección las virtudes, de las que nos dieron admirable ejemplo nuestros amados padres Jesús, María y José”.

Es una palabra bonita en su significado. Viene del latín “filius”, palabra que emparenta con “felix, felicis” que significa fértil, fecundo y, por extensión, feliz.

Por tanto, somos plenamente hijos/as de la Sagrada Familia si, como tales, somos fecundos en nuestra vida, si engendramos vida. Porque el hijo, que recibe la vida por definición, está llamado a ser fértil. Sólo así será feliz.

Manyanet no quiso para sus hijos e hijas otro nombre que el de hijos. El espíritu de filiación que recibimos en el bautismo halla su plenitud en la vivencia de Nazaret. Sabernos hijos/as hace florecer en nosotros las virtudes que caracterizan Nazaret: el abandono, la simplicidad y sencillez, la acogida, la capacidad de asombro, el afán de conocer – de alcanzar la auténtica sabiduría- la confianza, la transparencia de corazón.

Dicen que nuestro mundo ha “matado” la figura del Padre. No lo sé, tan sólo sé que necesitamos ser lo que somos: hijos.

Y por supuesto, reconocernos hijos implica vivir como hermanos, que también tiene H!

Monday, January 6, 2014

La monja que enseña a las presas a entrenar perros: su programa es un éxito en EEUU y 30 países


La monja Pauline Quinn ha estado en Argentina realizando una visita de 40 días a la Unidad penitenciaria 31 de Ezeiza. En esta prisión, junto a un grupo de adiestradores, enseña a las internas a entrenar perros que luego serán entregados en comodato a personas con discapacidades motrices.

La historia de la hermana Quinn comenzó en 1981 cuando inició este programa que comenzó a implementarse en Argentina hace ya dos años. La experiencia Dog Prision Program se reproduce hoy en más de 300 cárceles en EEUU. Sólo en el estado de Ohio hay 33 funcionando.

Infancia traumática

Cathy (así se llamaba Pauline) nació en Santa Mónica, California, en el seno de una familia disfuncional. Su padre abandonó el hogar cuando ella era un bebé y su madre, que sufría problemas con la bebida, volvió a casarse.

Su padrastro la sometió a maltrato físico y verbal. A los 12 se escapó de casa por primera vez.  "Sabían mantener las apariencias muy bien. Nadie se daba cuenta de lo que pasaba en casa. Para la gente, la conflictiva era yo", dice la hermana Pauline.

Violada por un policía, 
dio a su hija en adopción

"Pasaba de un instituto a otro. Fui torturada, traumatizada y abusada", explica. A los 16 volvió a vivir en la calle y entonces sufrió su experiencia más terrible: el policía a cargo de la cuadra donde ella vivía la violó. Ella se quedó embarazada, tuvo una niña, e incapaz de hacerse cargo, la dio en adopción.

Recuerda la hermana Pauline: "En ese momento, mi autoestima desapareció por completo. Me volví sumamente vulnerable. Casi no hablaba con nadie. De hecho, la gente me evitaba. Me aferré a un solo deseo: quería tener un perro".

Le regalan a Joni, un ovejero alemán

Un vecino de la cuadra se compadeció de ella y le regaló a Joni, una cachorra de ovejero alemán. Joni se volvió una amiga leal que le respondía incondicionalmente. Fue el principio del milagro: las personas que antes la evitaban comenzaron a hablarle, le preguntaban por Joni, le ofrecían alimento para la perra y ropa para ella.

Cathy pudo empezar a reconstruir su autoestima y fue perdiendo el temor permanente que sentía. Hoy dice que nunca llegó a perder la fe en Dios y que cuando pasaba sus peores momentos se juraba ayudar a otros si lograba salir adelante. Venía de una familia de mormones, pero encontró el auxilio que necesitaba en las monjas dominicas. A los 35 años ingresó en la orden y se convirtió en "sister Pauline".

Desarrolla el Dog Prison Program

Fue entonces cuando comenzó a desarrollar su Dog Prision Program. En la actualidad se ha implementado con éxito en la casi totalidad de las cárceles norteamericanas y las de otros 30 países. Al principio la religiosa no pensó en trabajar en las cárceles, pero luego cambió de idea. "Me di cuenta de que sería bueno para los internos hacer este trabajo como terapia ocupacional".


La monja llegó por primera vez a Argentina en el año 2009 para presentar su programa, gracias a un contacto que hizo con el doctor Juan Enrique Romero, y volvió en 2011 para implementarlo.

En su visita del 2013, Quinn se quedó nada menos que 40 días en la Unidad 31 de mujeres de Ezeiza donde enseñó a las internas cómo entrenar a perros Golden Retriever.

Muchos internos abren escuelas

"El doble objetivo de este programa es el de aprender a trabajar en equipo, a resolver problemas y a trabajar por el otro", comenta Quinn, quien afirma que no todos pero sí muchos de los internos que salen de prisión tras participar de esta experiencia, abren escuelas de adiestramiento canino.

La historia de la hermana Pauline es tan impresionante y conmovedora que ha sido llevada al cine por Hollywood: la película se llama originalmente Within these walls, y en su versión española Alas de libertad. Está protagonizada por Ellen Burstyn y Laura Dern.


Fuente: religionenlibertad.com

Sister Pauline in Facebook

Sunday, January 5, 2014

Voto de pobreza y relación fraterna con el prójimo, Francisco, Papa.

Finalmente, hay una forma más de promover la fraternidad –y así vencer la pobreza– que debe estar en el fondo de todas las demás. Es el desprendimiento de quien elige vivir estilos de vida sobrios y esenciales, de quien, compartiendo las propias riquezas, consigue así experimentar la comunión fraterna con los otros. Esto es fundamental para seguir a Jesucristo y ser auténticamente cristianos. No se trata sólo de personas consagradas que hacen profesión del voto de pobreza, sino también de muchas familias y ciudadanos responsables, que creen firmemente que la relación fraterna con el prójimo constituye el bien más preciado.

Fuente: La fraternidad, fundamento y camino para la paz, n.5. Mensaje del papa Francisco para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, 2014.