Thursday, February 2, 2012

Lo que no ha de faltar en la acción pastoral de los Hijos de la Sagrada Familia, por el P. Pedro Mas, SF.

La palabra "pastoral" nos conecta e identifica con el Buen Pastor. Por lo tanto hablar de pastoral es fijar la mirada en el Buen Pastor que nos revela el misterio de Dios y quiere conducirnos a una vida plena (Jn 10, 10).

El pastoralista es "el Buen Pastor", que "va delante de las ovejas", las "conoce por su propio nombre", éstas le siguen "porque conocen su voz" y es capaz de "dar la vida" por ellas (Jn 10, 11).

— ¿Cuál es lo esencial o lo sustantivo en la pastoral?

El amor de Cristo del cual participamos quienes hemos sido llamados a la educación y evangelización de los jóvenes. Este amor pone en relación la dimensión horizontal y vertical de la propia vida: la opción creyente por el Dios revelado en Jesucristo y el compromiso coherente en la vida cotidiana y el anuncio del mensaje.

Es necesario tener siempre claro lo sustantivo (conceptos, ideas, realidades…) y, a partir de ahí, los adjetivos (que expresan las características o propiedades de los sustantivos).

La relación entre el educador y el educando, el pastoralista y el grupo, ha de ser , particularmente para nosotros que nos remitimos a Nazaret, cordial, familiar, respetuosa, sostenida por la credibilidad personal, caracterizada por la cercanía, la confianza, la paciencia… virtudes características de Jesús de Nazaret.

Debemos sentirnos enviados a acompañar a los jóvenes en su encuentro salvador con el Señor. "Lo que va a salvar a las personas no es que se relacionen con nosotros, sino que se relacionen directa y personalmente, por la fe y el amor, con Jesucristo, Señor y Salvador de todos" (F. Sebastián).

— Mensajeros de Nazaret


Se nos pide que "seamos mensajeros de la buena noticia del Amor que baja y se da a los hombres y mujeres en Nazaret". Una Buena Noticia acogida y creída, en primer lugar, por cada uno de nosotros y vivida en comunión fraterna.

Sentimos Nazaret como una propuesta válida que somos capaces de "recrear" en nuestro mundo.

Profundizar en lo que significa "Nazaret" como Misterio de un Dios "que es amor" y por amor se encarna, se hace hombre, comparte nuestra existencia para ofrecernos el camino de la salvación.

Y todo ello desde la vida ordinaria, junto a María y José; en la discreción, el anonimato, la vida familiar, la relación con los sencillos…

— Una pastoral juvenil integral y comprometida


Es siempre importante el "medio", el "cómo" pero sin olvidar nunca el "porqué" y el "para qué". No hay que descuidar los fines, lo "sustantivo", de lo contrario corremos el riesgo de caer en la superficialidad.

No hay que preocuparse sólo de lo lúdico, ni buscar solo ser atractivos y que lo pasen bien… sino crear el ambiente adecuado para llegar a lo esencial, sin hacer rebajas o recortes (llevar a Jesucristo vivo que nos enseña el amor a Dios y a los hermanos).

No podemos decir continuamente que los destinatarios están inmaduros para acoger una invitación explícita de Jesucristo. ¿Cuándo lo están si no es ahora? ¿Dónde si no es aquí? ¿Quién si no nosotros?

Hay que empezar por los momentos más agradables y acogedores y hay que tener tiempo para mostrar también los más exigentes. "Jesús no necesita admiradores sino seguidores" (Kierkegaard).

Sin caer en los riesgos de querer "imponer" una pastoral seria y fuerte. Los extremos se tocan.

No olvidemos que la pastoral transmite una Buena Noticia y esta es fuente de alegría. Jesús mismo, con su actitud profundamente humana y divina, es la Buena Noticia y su pedagogía es cercana, acogedora.

Importante saber de dónde se parte: identidad y relaciones y laberintos emocionales.

Acogida incondicional "para que tengan vida y vida en abundancia".

Nuestra misión evangelizadora pasa a través de la acción educativa que se basa siempre en una relación humana de calidad, amable y significativa, empeñada en la formación emotiva, el diálogo y respeto a la libertad de los jóvenes.

Todos sabemos que una experiencia religiosa basada solo en principios morales no basta. Hay que llegar a Jesucristo, a la Buena Nueva que es su mensaje, a la construcción del Reino.

Nosotros lo vivimos y proponemos desde la fuerza del Carisma: Nazaret-Encarnación: asumir la propia historia para transformarla desde la sencillez, el día a día, el anonimato.

Miramos a la familia de Nazaret para acercarnos a todas y cada una de las familias en sus variadas realidades; Educación "del corazón y de la inteligencia", integral de los alumnos.