Thursday, September 30, 2010

Obispo Francisco Gonzalez: "Las palabras mueven, los ejemplos arrastran".























El obispo Francisco Gonzalez cumplio 55 años de religioso (27 de septiembre)

El obispo auxiliar de Washington, Francisco González, SF, nació y creció en Soria, España, en el seno de una familia de gran religiosidad. Su hermano es jesuita y su hermana religiosa de la congregación de las hermanas de la Caridad de Santa Ana.

Este antiguo feligrés de Soria arribó a tierra americana sin dinero y sin inglés, con la incertidumbre que alguna vez hemos sentido todos los que atravesamos fronteras, pegada al alma. “Sin embargo, en mi caso no había necesidad de tener miedo; yo tenía papeles y todas las necesidades básicas para vivir estaban bajo control, así que no puedo compararme con lo que yo llamo un verdadero inmigrante", cuenta González quien desde que llegó a Estados Unidos inició una cruzada sin cuartel por la defensa de los suyos, sus hermanos en la fe, sus feligreses: “los hijos de Dios.”

La vivencia de la fe marcó desde siempre su vida: "Mis padres tenían un sentido religioso muy fuerte, mi mamá iba a misa cada día, hacía comunión diaria, mi papá trabajaba y los domingos iba a comulgar también. En la casa se vivía la fe y de mis padres aprendí el preocuparme por los demás, el poder ayudar, aunque éramos pobres, ellos hacían las obras de caridad que podían".

Tenía una gran admiración por el párroco de su parroquia, don Honorio Tarancón, un hombre mayor, a quien quería imitar. El párroco, quien era muy popular en la pequeña ciudad donde vivía y sus alrededores, se destacaba por su caridad. Era tan caritativo que a veces se quedaba sin comer por días para alimentar a otros.

El obispo González ingresó al seminario a los 11 años. Antes de su ordenación, al terminar sus estudios de filosofía en el seminario de los Hijos de la Sagrada Familia, en Barcelona, se le envió a estudiar teología a la Universidad Católica de América en Washington, DC. Se iba a quedar cuatro años, mas este 7 de octubre cumplirá 50 años en Estados Unidos.

Tenía programado quedarse dos años más, luego de concluir sus estudios teológicos, para después regresar, pero, en ese entonces, había una gran necesidad de sacerdotes bilingües debido a la migración de Latinoamérica, que a diferencia de los inmigrantes europeos quienes vinieron acompañados de su propio clero y religiosas, los inmigrantes latinoamericanos vinieron solos y necesitaban sacerdotes que les atendieran. Sus superiores le pidieron que se quedara un tiempo más.

Según el obispo González, los tiempos han cambiado y mejorado, pero tiene una interrogante: “No estoy seguro y me temo que la comunidad emigrante, por lo que veo y mi experiencia, no ha sido aceptada, me temo que la comunidad solo es tolerada, no aceptada. A pesar de admirables casos que vemos donde se ve claramente que son bienvenidos, pero no siempre es el caso. Hasta cierto punto lo entiendo, por el egocentrismo de cada uno de nosotros, no confiamos en las personas que son diferentes a nosotros, esa es una realidad de vida”.

Lo mencionado es un gran reto: “La integración requiere que yo desee integrarme, pero también es necesario que se abra la puerta, si no lo está, es difícil entrar”. Más aún, “es un reto ayudar a los emigrantes a que no pierdan la esperanza cuando las redadas los separan de sus familias, cuando son abusados, cuando no tienen los recursos para asistencia legal”.

El obispo González dice: “Necesitamos aprender a entenderlos y es necesario que veamos las injusticias. Comprendo que para las personas que han nacido en este país, que de repente escuchan un idioma y música diferente los hacen sentir fuera de lugar. Todos los grupos debemos educarnos”.

“Si somos cristianos, si somos católicos, si rezamos el padrenuestro, en cualquier idioma que sea, decimos padrenuestro. Si tú y yo decimos padrenuestro y nos referimos al mismo padre, significa que tú y yo somos hermanos y hermanas”, agregó.

Explicó, que cuando empezó a decir la misa en esta área, no se le permitía decirla en la iglesia, la tenía que decir en el sótano. “En algunas parroquias, apagaban el aire acondicionado o la calefacción, después de la última misa en inglés, esas cosas ya no pasan, eso espero, mas lo principal que necesitamos saber es que a cualquier cultura que vayamos, Dios ya estaba allí”, anotó.

Remarcó que “todos debemos ceder... Ojalá que al final de mi vida pueda sentir que pude ser un puente entre dos personas que por un tiempo no se hablaban y que ahora se están acercando. Eso sería para mí motivo de gran satisfacción. Porque somos una sola raza humana, aunque tengamos un color diferente de piel, cultura o una forma diferente de vestirnos, en lo profundo de nuestro ser todos somos criaturas de Dios”.

*Síntesis de entrevistas hechas al obispo González con motivo de la celebración del Año Sacerdotal (revista de la Universidad Católica de América) y cuando el cumplió 50 años de ser religioso (El Pregonero)

Sunday, September 5, 2010

Democracia dominicana



La Orden de Predicadores, más conocidos como Dominicos, ha elegido al nuevo Maestro de la Orden en Roma: el francés Bruno Cadore. El artículo que reproduzco a continuación relata el proceso de la presentación de los candidatos y elección del Maestro de la Orden.

Democracia dominicana

En la Orden nadie se presenta como candidato para ningún cargo. Tampoco para Maestro de la Orden. Pero la elección de Maestro tiene unas peculiaridades originales. Hay candidatos. Los presentan los diferentes grupos que se forman en el Capítulo. Ya hablé de esos grupos en mi crónica anterior. Y cuando los grupos han presentado sus candidatos, aquellos en los que coinciden dos o más grupos se convierten en los candidatos con los que se habla y de los que se habla en la Asamblea General.

Este sábado ha sido un día muy lleno. Después de la celebración de los Laudes y la Eucaristía (como era sábado hemos hecho memoria de la Virgen María), a las nueve de la mañana se ha reunido la Asamblea General, que ha llamado a capítulo (nunca mejor dicho) a una serie de hermanos que consideraba susceptibles de ser elegidos Maestro de la Orden.

Se les ha preguntado por su visión de la Orden, por su modo de entender el gobierno, por sus experiencias personales, por sus trabajos pastorales, por sus conocimientos teológicos, por su compromiso con los pobres; y tras escucharles se les ha invitado a salir de la Sala. Y sin ellos en la sala, los capitulares han hablado de ellos.

Con una gran fraternidad y cariño. Valorando sus cualidades y ponderando sus posibilidades. Como han sido siete los llamados (como siete fueron los diáconos=servidores en la primitiva Iglesia), hemos tenido que continuar por la tarde.

Eso significa que el día ha sido muy lleno. No hemos tenido un momento de respiro. Entre otras cosas porque hemos querido respetar lo que estaba previsto para la tarde, a saber, la celebración de la Reconciliación y la exposición del Santísimo. Esos actos iban a empezar a las cuatro de la tarde. Como a las tres y media de la tarde hemos continuado con la discusión sobre los candidatos, y a las cuatro y media nos hemos dado un respiro, el Acto penitencial ha comenzado a las cinco.

Ha sido edificante y emotivo ver como casi todos los capitulares se han confesado: "Confesad vuestros pecados unos a otros para que os curéis". Esta liturgia penitencial ha sido presidida por un hermano africano. A las seis hemos tenido la exposición del Santísimo, que ha finalizado con el canto del "Pange lingua", a las siete y media las Vísperas y a las ocho la cena.

El viernes el P. Carlos Azpiroz, en uno de sus últimos actos como Maestro, quiso entregar a cada capitular un ejemplar de la nueva edición de las Constituciones. La última edición era de 1998. Se hacía necesaria una edición "puesta al día". El P. Carlos ha querido que su firma pudiera estar en estas constituciones, que él considera uno de sus legados.

El domingo, tras la Misa del Espíritu Santo, será la elección. Tras la elección habrá una procesión a la Iglesia y dentro de una liturgia el nuevo Maestro tomará posesión.

Autor: Martin Gelabert
Fuente: Religión Digital